Martes, 03 Noviembre 2015 00:00

El Salvador: un país de pobres multidimensionales

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Mauricio Manzano

El 29 de octubre, 2015, fue presentada en un hotel capitalino la investigación “Medición Multidimensional de la pobreza y el desarrollo”  por la Secretaria Técnica y de Planificación de la Presidencia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Según el gobierno la propuesta metodológica multidimensional es un complemento a la medición tradicional de pobreza por ingreso y consumo y responde a la Ley de desarrollo y Protección social aprobada en el 2014. La cual define la pobreza como “privación de los recursos, capacidades y acceso efectivo de las personas para gozar de sus derechos y tener un nivel de vida adecuado”.

La metodología multidimensional utilizada tiene cinco dimensiones: Educación. Condiciones de la vivienda. Trabajo y seguridad social. Salud, servicios básicos y seguridad alimentaria y Calidad de hábitat. En cada dimensión hay cuatro indicadores, veinte en total. Para que un hogar sea considerado en estado de pobreza multidimensional debe tener por lo menos siete privaciones o indicadores de los veinte definidos y resueltos por el Consejo Asesor gubernamental.
 
Según los resultados en El Salvador existen cuatro departamentos en los que las mayorías de hogares viven es estado de pobreza multidimensional. La paz con 53.8%. Le sigue Ahuachapán con un 52.7%. La Unión con un 51.7% y Morazán 50.4%. Es decir 606,000 hogares viven en pobreza, unos 2.6 millones de personas, equivalente a un 35.2%.

Las privaciones mayores según los indicadores son: Educación de adulto 80.6%; falta de acceso a la seguridad social 70.1%; subempleo e inestabilidad laboral 56.6% y las restricciones por inseguridad con un 54.4%. Según el informe a nivel nacional la intensidad de la pobreza asciende a 43.2%. Del total de hogares con pobreza multidimensional 32.2% carecen de siete indicadores; 24.8% carecen de ocho indicadores: 19.0% carecen de nueve indicadores y el 26.0% carecen de diez o más indicadores. El 59.9% de hogares pobres multidimensional viven en zonas rurales y 40.1 en zonas urbanas.

Según esta medición la pobreza ha aumentado en los hogares salvadoreños respecto a la medición de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples del 2013 que certifica que a nivel nacional un 29.6% de los hogares se encuentran en pobreza. En el área urbana el 26.2% viven en pobreza; el 5.7% en pobreza extrema y el 20.5% en pobreza relativa. En el área rural un 36.0% de hogares se encuentran en pobreza, el 9.8% en pobreza extrema y el 26.2% en pobreza relativa (EHPM, DIGESTYC, junio 2014).
 
Respecto a la educación el indicador que más debería preocupar no es tanto la educación del adulto, cuanto la cobertura, la deserción y sus causas. Según datos del MINED en educación básica y media en el año 2010 un total de 68,356 alumnos dejaron la escuela; en el año 2011 se estima 77,157 deserciones; en el 2012 la deserción fue de 76,398; en el año 2013 de 90,252 y en el año 2014 se estima que 91,711 dejaron la escuela. La escolaridad promedio para el año 2013 era a nivel nacional de 6.6 grados.

 Los datos ya  los sabemos, otros estudios los han evidenciado, un 63.1% de los ciudadanos manifiestan que el principal problema que en la actualidad enfrenta El Salvador es la delincuencia e inseguridad (Iudop-UCA, enero 2015). Respecto a la economía aparece como el segundo gran problema, después de la inseguridad, el 56.9% dice que empeoró y un 36.2% opina que sigue igual. CEC-UFG, Febrero (2015).
 
La falta de acceso a la seguridad social es bastante obvio, el desempleo informal han crecido se habla de hasta un 70% de personas viven del empleo informal y la inseguridad laboral es latente. La precariedad en este país es histórica y estructural, se trata refundar la organización estatal.

Refundación significa un cambio estructural en la forma como está organizado el Estado, significa una revisión a profundidad de la Constitución de la República, la sociedad debe ser el reflejo de la Constitución. Reformar la ley general de educación para adaptarla a los tiempos nuevos. Debemos reestructurar el orden económico, el sistema económico vigente no responde a principios de justicia social. Es necesario una reforma tributaria estructural, etc.

En fin, La pobreza multidimensional que vive la mayor parte de la población es una construcción, por lo tanto su desconstrucción es factible.  El cambio de paradigma que urge no es la metodología para medir la pobreza, de lo que se requiere es de una refundación del Estado salvadoreño, los problemas ya están focalizados, se trata de diseñar políticas públicas encaminadas a neutralizar los graves problemas que enfrenta la población.

La propuesta de cambio de paradigma metodológico para medir la pobreza, aunque el gobierno habla de complemento a la metodología tradicional, es una herramienta para describir por otros caminos los indicadores que ya sabemos, esperemos que al final no sólo se quede en simple medición y venga acompañada de políticas públicas eficientes y eficaces.   

*Investigador y catedrático de la Universidad Luterana Salvadoreña

Visto 6158 veces Modificado por última vez en Martes, 03 Noviembre 2015 21:00