Miércoles, 25 Marzo 2015 00:00

Israel y Palestina. La sombra estadounidense

imagen: arainfo.org imagen: arainfo.org

Armando Briñis Zambrano*

Tras su triunfo electoral en las pasadas elecciones israelíes, Benjamin Netanyahu, lider del ultranacionalista Bloque Likud, ha lanzado una gran ofensiva para mejorar las dañadas relaciones con EEUU, contrariado por las declaraciones del dirigente israelí contra la creación de un Estado palestino, o lo que es lo mismo, opuesto a la solución del Conflicto israelí-palestino a través de la creación de una entidad estatal palestina independiente.

La intención declarada por el gobierno de Barack Obama de revisar su posición respecto a Israel en la ONU podría ser una manera de influir en la coalición que formará Netanyahu, quien, será el encargado de constituir gobierno después de las elecciones del martes. A fin de cuentas, la relación entre los dos grandes aliados no debería verse profundamente afectada, más allá de los desacuerdos importantes del momento y de la enemistad aparente entre Obama y el primer ministro Netanyahu.

Eso, aunque el Gobierno estadounidense permita, contra la voluntad israelí, que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una resolución sobre el conflicto palestino-israelí, favorable a la creación de un Estado palestino independiente. Tal pareciera que Netanyahu tendrá que lidiar con Washington por las consecuencias de sus demagógicas declaraciones durante la campaña.

Destacamos que en la víspera de unas elecciones muy reñidas y para atraer a la derecha, Netanyahu descartó públicamente la idea de un Estado palestino si se mantenía en el cargo, a lo cual el Gobierno de Obama dijo no tener más opción que reconsiderar su posición en la ONU. Estados Unidos es el apoyo más indefectible de Israel en el Consejo de Seguridad, donde bloquea con su veto las resoluciones desfavorables a su aliado, prácticamente el único que le queda, si tenemos en cuenta que la Unión Europea se declara mayoritariamente a favor de la creación del Estado Palestino independiente.

La cercanía de Estados Unidos con Israel ha sido un pilar fundamental para la seguridad de éste último en sus 67 años de historia contemporánea, y los enemigos políticos de Netanyahu lo acusan de poner en riesgo el vínculo, señalamiento que parece ser cierto si nos atenemos a los hechos (discurso del premier israelí ante el congreso estadounidense y sus recientes declaraciones previas elecciones).

Se suma a lo anterior que Netanyahu ha tenido con el Presidente Obama una relación difícil, relación, que como dijimos anteriormente, empeoró dos semanas antes de las elecciones cuando se presentó ante el Congreso de Estados Unidos por invitación de los republicanos y condenó las negociaciones del Gobierno demócrata con Teherán por el programa nuclear iraní.

Consultado sobre si las relaciones entre Estados Unidos e Israel corren peligro, el senador McCain dijo en una entrevista con CNN: "creo que eso depende del presidente de Estados Unidos". Habría que ver cuanto es cierto de estas palabras y quizás deberíamos plantear “creo que eso depende del primer Ministro de Israel”.
Por su parte el presidente de Israel, Reuven Rivlin, inició el proceso formal de realizar consultas a los partidos políticos para el nombramiento de un candidato que forme un Gobierno de coalición, conclusión previsible tras la victoria de Netanyahu.

Netanyahu, líder del partido de derecha Likud, probablemente reciba el miércoles el visto bueno para comenzar lo que podrían ser hasta 42 días de negociaciones con los posibles socios de su gabinete de Gobierno. Conformaría una coalición con partidos de la extrema derecha, religiosos y de centro, y quedaría en camino a convertirse el primer ministro con más tiempo en el cargo.

Sus comentarios sobre un Estado palestino fueron parte de una estrategia que ayudó a la victoria electoral después de que las encuestas previas pronosticasen que Netanyahu perdería frente al partido de centro-izquierda Unión Sionista.

Finalicemos con las palabras del escritor israelí David Grossman: "Siento que los resultados de las elecciones en Israel nos llevarán directamente a la tragedia porque oí a Netanyahu decir que rechaza la idea de dos estados, y significa que los palestinos no tienen ninguna esperanza de tener su propio Estado...pronto nos encontraremos en un nuevo círculo de violencia entre ambos", ha presagiado el autor.

*Investigador y catedrático de la Universidad Luterana Salvadoreña.

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