Martes, 24 Marzo 2015 00:00

Marcha por la paz y la justicia: una lectura política

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Mauricio Manzano*
 
En nuestro país históricamente las marchas han sido convocadas como medio para influir en el poder del Estado, como una herramienta de lucha para reivindicar derechos negados. Los organizadores han sido sectores de oposición a la política de gobierno. Sin embargo, aquí se trata de una marcha apoyada y convocada por el gobierno, que se entiende como una marcha por la paz y la seguridad. La paz es una palabra que hasta ahora es ‘convocante’, fue la figura que salio al final de la guerra, es el nombre de los acuerdo políticos militares que pusieron fin a la guerra ¿Cómo entender la marcha por la paz y la justicia?   
 
El hecho que sea el gobierno quien endose el llamado del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC), que decrete un día de asueto nacional y convoque a todos sus empleados públicos a una movilización nacional, hace que la marcha se configure como un acto político que tiene varios aspectos:
 
En primer lugar, la convocatoria se realiza en medio de uno de los conflictos sociales más crueles que hayamos conocido, y en medio de esta violencia social se levanta la bandera de la paz. En segundo lugar, se hace en medio de “dificultades ostensibles” del gobierno para afrontar y enfrentar este conflicto, dificultades que van desde la comprensión de la naturaleza del fenómeno hasta aspectos operativos.  En tercer lugar, se efectúa en medio de la mayor crisis electoral que hayamos tenido, nunca habíamos visto y escuchado tantas irregularidades electorales, denuncias de negociaciones y reparticiones entre los partidos políticos del resultado de la votación. Y por último, que no es lo último, se ejecuta inmediatamente después que el partido de gobierno pierde las elecciones y deja de ser la primera fuerza política del país. 
 
En medio de este escenario coyuntural están situando y ondeando el gran conflicto de violencia e inseguridad que flagela al país, problema que no se le percibe solución real, ni aparente y el gobierno sabe que no ha demostrado, ni mostrado capacidad para enfrentar y resolver esta grave situación de violencia social, la cual sin duda le crea complicaciones de imagen internacional, además de la nacional, de prestigio, de autoridad, financiamiento, inversión. En este marco, de expectación, es política del gobierno convocar la marcha y aparecer como titular de la paz,
 
Asimismo, al convocar una marcha por la paz se proyecta dar la impresión de que el gobierno es el portador de la paz, el estandarte de la paz frente a la sociedad y la comunidad internacional. Pero también puede interpretarse que lo que el gobierno está haciendo es auto auxiliándose, pues no es secreto que se encuentra en una situación de importante debilidad política, las recién pasadas elecciones han corrido la cortina y nos han mostrado la situación política del partido de gobierno. Esa podría ser otra razón por la que tiene que mover a su personal de sus oficinas, decretar día de asueto para que los empleados asistan a la marcha. El aparato estatal es importante, pero el gobierno sabe que debe llenar las calles con sus empleados. 
 
Por otro lado, en esta marcha vamos a ver la cabeza política de la cúpula empresarial y del partido Arena, porque éstas fuerzas políticas están al tanto de la situación de rendimiento y reconocimiento del gobierno y saben que participar es apoyarlo y oxigenarlo ¿les interesa a éstas fuerzas un gobierno débil o un gobierno fuerte? Esta variable se despejará si la empresa privada envía o no sus obreros a la marcha y si el partido Arena convoca sus simpatizantes, esto es un conocimiento elemental para estas fuerzas en estas circunstancias, acompañar esa marcha sabiendo que es un respaldo político y eso va ser evidente. 
 
En fin ¿Cómo entender esta marcha en relación con el gobierno? como una búsqueda de soporte político a su gestión gubernamental. Porque cuando una fuerza convoca una marcha no es en su contra, sino a su favor, si el gobierno estriba y convoca una movilización nacional de tal anchura y extensión lo hace buscando apoyo a su gestión, pero ese no es el planteamiento, sino la paz. 
 
Estamos frente a un gobierno inconsistente políticamente y económicamente, esta marcha ha sido convocada como cuando quien se está ahogando en el mar y sale de repente a la superficie y aspira una bocanada de oxigeno, es una búsqueda de oxigeno, por cierto una búsqueda  legitima, porque de otro forma se vera precisado de llamar y reconocer las cosas por su nombre, y eso no lo puede hacer. 
 
*Catedrático e investigador de la Universidad Luterana Salvadoreña.
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