Jueves, 05 Marzo 2015 00:00

El grillete de la economía salvadoreña

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Carolina Serrano*

La economía salvadoreña, como la de muchos países de América Latina se ve inmersa en un conjunto de factores que imposibilitan su crecimiento, unidos a una serie de acontecimientos históricos, políticos y sociales.

Pero, ¿por qué el Salvador siendo un país con una población relativamente alta de acuerdo a su extensión territorial no rompe paradigmas y se abre paso a su propia reingeniería?, muchos analistas económicos consideran que la carencia de inversión y el clima de inseguridad de las empresas, son algunos de los muchos obstáculos del por qué no despegamos, metafóricamente hablando.

La seguridad es un tema de debate sobre la mesa de diferentes entidades del Estado, escritorios de empresarios y sin duda una de las mayores preocupaciones de las MYPES y todos tienen un punto en común “al gobierno se le fue de las manos” y no sería extraño que como ocurre en diferentes países, la justicia comience a ser dictada por los mismos ciudadanos que buscan tranquilidad. La población de nuestro país agotada de tanta injusticia podría tomar cartas en el asunto, pero de ser así continuaríamos en el laberinto sin final e incrementaríamos la violencia que no respeta genero, edad o religión.

A la falta de seguridad se suma otro eslabón del grillete: el cierre de empresas y con la la falta de empleos se estimula el incremento de la economía informal, la cual a la fecha es un sector en constante crecimiento y por lo tanto es necesario que se adapten a las políticas y regulaciones del Estado para que pueda inyectar parte de sus ganancias a los tributos, los cuales hoy solo repercuten en el sector empresarial y de manera predominante sobre las familias que están sujetas al sector privado y no perciben un incremento en sus salarios; pero si en los precios de la canasta básica.

El producto Interno Bruto (PIB), el índice que mide nuestra eficiencia como país, no miente, no somos atractivos para la inversión, no hemos encontrado la ecuación que nos lleve a ser competitivos y que de una vez por todas nos saque de la lista negra de países vulnerables.

Al cierre del 2013 el PIB reportaba un 1.3% de crecimiento, un porcentaje para nada alentador y un valor que se ha replicado en por lo menos los últimos diez años según organizaciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.1

Quién diría que los que fueron una vez motores de la economía del país cayeron tan rápidamente, tales son los casos de las exportaciones y remesas2, sen lo cual no dejamos de tener en cuenta que no solo El Salvador se encuentra económicamente inestable, sino también que persiste una crisis económica global que continua afectando a los países más desarrollados, generalmente las fuentes de procedencia de nuestro financiamiento de manera directa o indirecta.

La deuda adquirida en los últimos años, equivale a una deuda de cinco mil dólares por salvadoreño, un dato alarmante según economistas del país, y no contamos con la capacidad para afrontar dicha deuda. A la vez en lugar de tomar medidas que controlen el crecimiento acelerado de la deuda, únicamente se absorbe más deuda a través de préstamos que en muy pocas ocasiones sirven para los fines que fueron adquiridos.

No podemos dejar de mencionar los exorbitantes lujos de las últimas administraciones, reflejo del poco sentido común y compromiso de generarle estabilidad al pueblo salvadoreño, lema obsoleto de campañas electorales que una vez fueron llamadas “estrategias” y que han perdido hoy toda credibilidad.

Hay que tener en cuenta que la población ya no aprueba ninguna gestión que desarrollan los llamados partidos “de mayoría”, conducta que poco a poco se ve reflejada en la inasistencia a las urnas en cada proceso electoral y que genera una mala imagen de país en donde la inconformidad e inseguridad juega en contra de la búsqueda de políticas que sumen al desarrollo e innovación de la economía.

La única vía factible requiere de compromiso, responsabilidad medio ambiental y estrategias de cambios estructurales, para poder crear una economía saludable, reactivando muchas actividades económicas que hoy están inactivas y logrando la atracción de inversión extranjera en base a nuestra ubicación geográfica, lo cual nos hace ver como un canal logístico con alto potencial.

Recientes estudios económicos promueven la idea de que El Salvador se convierta en un centro logístico para Centroamérica, sus fundamentos surgen a raíz de las evaluaciones por parte del Banco Mundial, quienes durante su evaluación del desempeño logístico del 2014 , entre 160 países, coloca a nuestro país en la posición 64, mostrando una mejora considerable en base a los siguientes aspectos: infraestructura, precios competitivos para envíos internacionales, calidad y competencia de servicios logísticos, capacidad para rastrear envíos y finalmente puntualidad en entrega de envíos3.

No se puede negar que los aspectos mencionados anteriormente nos ponen en la mira de muchos operadores logísticos y empresas relevantes que se desarrollan en América Latina. Mejorar y mantener la calidad de estos factores que publica el Banco Mundial nos da la oportunidad de ser un país más competitivo y nos podría encaminar a mejorar la dinámica que actualmente se maneja en temas de comercio exterior.

Es indispensable que se tome como referencia este tipo de evaluaciones que nos realizan organizaciones internacionales y emprender soluciones que busquen detener el alarmante estado en que se encuentra nuestra economía, considerando que la responsabilidad es compartida por los partidos políticos que están al frente de instituciones de gobierno y de todos aquellos que buscan generar nuevas oportunidades de incrementar sus ingresos.

Destacamos, que este desierto de ideas innovadoras tan necesarias para poner en marcha propuestas que podrían dar pauta a un cambio de nuestra economía, son nulos ante la situación de inseguridad que vivimos, cerrando las posibilidades de ponerlas en marcha, ante la alta probabilidad de que cualquier proyecto económico pueda sufrir de algún tipo de acción delincuencial.

A la vez, también debemos tener en cuenta el miedo o inseguridad que se da normalmente cuando se enfrentan nuevos retos y estar atentos a las nuevas tecnologías, considerando que ellas son asumidas como propias por unos pocos países desarrollados y están fuera del alcance de otros y de la mayoría de los pueblos, cuando supuestamente hoy más que nunca, la tecnología es más amigable que hace décadas.

Las empresas que lograron la formula exacta para generar rendimientos, fueron aquellas que entendieron que para sobrevivir al mercado era necesario tener a la tecnología como aliado estratégico en cada área u operación que se desarrollara, para esto se impulsaron términos como el Benchamarking o simplemente no escatimar esfuerzos en evaluar los factores que las hacían fuertes a la competencia y a la vez implementarlos en sus compañías.

Algunas empresas lograron que esta práctica no solo se conociera como forma de replicar modelos de negocios, sino también hacer alianzas en base a las competencias que cada organización poseía y que al poder conjugarlos se obtendrían mayores resultados y beneficios.

En El Salvador existen ejemplos de lo antes mencionado en la empresa privada, entre ellos podríamos mencionar el programa que impulso el año anterior Industrias La Constancia y CEDES (Consejo Empresarial Salvadoreño para el Desarrollo Sostenible).4

Tomando en cuenta la situación actual buscaron crear algunas prácticas para fortalecer el rol de la empresa privada en la economía, como primer punto crearon un modelo de negocios que busca en el corto plazo generar empleos e impulsar el crecimiento económico, adquiriendo compromisos con el desarrollo social, dialogo comunitario, rendición de cuentas y responsabilidad con el Medio Ambiente.

Sobresale dentro de este modelo la iniciativa de fomentar el liderazgo comunitario en los propietarios de la micro y pequeña empresas que componen la cadena de valor de Industrias la Constancias, no hay que ignorar que las PYMES son una fuente de emprendimiento y que en su condición de empresarios dan oportunidad de empleo a salvadoreños y salvadoreñas, que también impulsan la economía con la prestación de servicios y desarrollo de productos que en muchos casos son atractivos para el mercado internacional. Un ejemplo de ello son los comerciantes de productos nostálgicos, quienes demuestran ingenio al establecer ideas creativas que responden a las necesidades de los compatriotas residentes en el exterior.

El talento se percibe y muestra de ello son los resultados que presentó COEXPORT (Corporación de Exportadores de El Salvador) quienes informaron sobre el crecimiento de la exportación de estos productos desde El Salvador y valorando los tratados de libre comercio que se mantienen con algunos países, estos productos no solo van dirigidos a residentes en Estados Unidos, sino también alrededor del mundo.

La pregunta que tenemos que hacernos es que si tenemos tantas supuestas buenas iniciativas de la empresa privada, el gobierno, PYMES y otros actores de la economía, entonces por qué esta se mantiene con su grillete de no crecimiento, con respecto a lo cual consideramos que en la mayoría de casos no se da un seguimiento a estos proyectos emprendedores o no son del conocimiento de la población, especialmente cuan factibles podrían ser estas propuestas para generar ingresos para la economía familiar y del país.

Debemos hacer un llamado a las personas al frente del ejecutivo en la necesidad de fomentar la creatividad y seguridad en el país, mientras la empresa privada debe de dar las condiciones mínimas necesarias para que sus empleados crezcan en conocimientos y oportunidades. Las ideas de negocios no solo pueden venir de comerciantes empíricos; sino también de instituciones de educación superior llamadas a aportar en base a conocimientos teóricos y prácticos profesionales, como agentes de cambio de la economía, en la búsqueda de su desarrollo y cambio, incluso posicionarnos en los medios de comunicación nacionales e internacionales no solo por nuestras debilidades en temas de seguridad; sino a partir de convertirnos en países con visión de impulso del desarrollo local y de planes estratégicos que introduzcan vías al desarrollo.

Cierro el presente artículo con una frase del reconocido economista inglés Adam Smith, la cual nos invita a ser emprendedores y a comprender una de las reglas básicas de la economía:

Un jardinero que cultiva su propio jardín, con sus propias manos, une en su persona los tres personajes de propietario, agricultor y obrero. Su producción por lo tanto, debe rendirle la renta del primero, la ganancia del segundo y el salario del tercero”.

1 www.contrapunto.com.sv/economia/coyuntura/fmi-economia-salvadorena-crecera-1-8-por-ciento

2 http://www.elsalvadorcompite.gob.sv/portal/page/portal/ESV/Pg_Sise_II

3 http://www.fusades.com.sv/index.php?option=com_k2&view=item&id=1200:el-salvador-la-oportunidad-de-ser-un-centro-log%C3%ADstico&Itemid=83&lang=es

4 http://www.laconstancia.com/modelo-negocios-crecimiento-inclusivo

* Coordinadora de la Licenciatura en Administración de Empresas y Contaduria Pública.

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