El confinamiento, el trabajo en casa, las responsabilidades con hijos, el estudio y toda la situación resultante del brote de COVID-19, puede generarnos estrés, tanto en adultos como en niños. Conocer más sobre el estrés, te ayudará a poder lidiar con él y te fortalecerá a ti y a las personas importantes en tu vida.
Antes que todo, es importante definir qué es el estrés. El estrés es la respuesta del organismo ante demandas, un proceso psicológico complejo -pero adaptativo- de emergencia que nos genera emociones.
Seguramente, durante esta temporada de cuarentena domiciliar obligatoria, o también en otras ocasiones anteriores, pudimos sentir malestar o adoptar aptitudes fuera de lo normal y llegar a la conclusión de que el entorno estaba afectando nuestro comportamiento. Utilizar la frase "me siento estresado" o "ando bien estresada" ha resultado común durante este confinamiento.
Vale la pena recalcar que hay algunos mitos sobre el estrés que te vamos a desmentir en este artículo.
El primer mito consiste en sobrevalorar el estrés, definiendo que este no es natural en la condición humana; lo cual es falso. El estrés es una parte natural de nuestra vida diaria y es la respuesta que nuestro cerebro y nuestro cuerpo emite ante una amenaza. Es normal que todos pasemos por un periodo de estrés ante una pérdida, exceso de trabajo, temporada de exámenes, etc.
Muchas veces, cuando nos encontrabamos en la oficina o en la universidad, pensabamos que estaríamos más tranquilos en casa haciendo nuestro trabajo o las tareas desde allá; y aquí es donde encontramos el segundo mito: Trabajar en casa reduce el estrés. Este mito es falso y, seguramente, lo has comprobado en los últimos días. Al trabajar desde casa adquieres más responsabilidades y tu cerebro debe estar ocupado en más actividades, lo que aumenta tu nivel de estrés.
Por otra parte, es importante que, desde casa, sepamos cómo organizarnos, pues, sin duda, desde nuestro hogar, tenemos ventajas que podemos aprovechar ahora que estamos haciendo Home Office o clases en línea. Algunos beneficios son: organizar tus horarios más productivos, pasar más tiempo al cuidado de tu familia, poder tener golosinas o meriendas al alcance en cualquier momento y trabajar en ropa cómoda o hasta en pijamas.
Quizás pienses que, el hecho de sentirte cómodo en pijama, reducirá, en gran medida, tu nivel de estrés; sin embargo, lamentamos decirte que esto es falso. Puedes tener el lujo de trabajar en pijama desde casa, pero esto no reduce tu estrés; al contrario, puede aumentarlo, debido a que tu cerebro se sentirá improductivo. Así que te recomendamos tomar un baño, arreglarte y utiliar, sí, ropa cómoda, pero no pijama.