Mauricio Manzano*
El sábado 18 de julio, el FMLN convocó a su militancia y simpatizantes a una concentración donde su cúpula partidaria denuncio un posible “Golpe de Estado” al presidente Sánchez Cerén. Según algunos dirigentes del FMLN, hay un plan diseñado y ejecutado por sectores de la derecha con el objetivo de desestabilizar al gobierno actual a través de: “muertos en la calle”, paros de transporte, marchas de diferentes sectores de la sociedad, etc., con el apoyo de los medios de comunicación afines a la derecha del país. El FMLN ha sido enfático en afirmar que no permitirá un Golpe de Estado al presidente Cerén.
Pero, ¿es posible un Golpe de Estado, existen condiciones e intereses de apartar al gobierno del FMLN del Ejecutivo o estamos frente a un plan desestabilizador y de desgaste del gobierno?
Tradicionalmente, los Golpes de Estado en nuestro país han sido efectuados por grupos militares en alianza con los sectores económicos y con el consentimiento de la Embajada Norteamericana en el país. Respecto a la fuerza armada, hay un dato que se conoció en el contexto de las elecciones presidenciales del 13 de marzo del 2014, cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunciaba que el FMLN ganaba, en una segunda vuelta, las elecciones con el 50.11% de los votos válidos, contra un 49.89% obtenido por el partido ARENA.
El candidato derechista, Norman Quijano, aseguró que miembros del Ejército estaban pendientes del resultado de esa elección presidencial y que "la Fuerza Armada está lista para hacer democracia" (LPG 09-03-2015)
¿A qué “miembros de la fuerza armada” hacía referencia el candidato de derecha? Es posible pensar a partir de las declaraciones del excandidato de Arena que existen estructuras militares y civiles con poder, que añoran el pasado. Esta hipótesis la refuerza algunas acciones recientes:
El primero se da el 24 de julio, un supuesto grupo militar convocó a soldados a realizar una marcha con el objetivo de exigir al gobierno la entrega de bonos económicos y mejoras salariales, posteriormente desistieron (La página 24-07-2015). Luego, una segunda convocatoria el día 27 de julio. Segundo, el partido Arena propone un bono de $600 para los 6000 militares que apoyan en servicio de seguridad, con una clara intensión de estimular la protesta militar. En este contexto aparece una declaración del diputado de Arena Mauricio Ernesto Vargas, militar retirado perteneciente a la cuestionada generación de oficiales del Ejército conocida como La Tandona, de 1966, afirmando que “los soldados no pueden seguir siendo damas de compañía de la policía”. Vemos indicios de que hay un grupo de la fuerza armada y civil con añoranzas del protagonismo de la Fuerza Armada.
Respecto a los grupos económicos, es más evidente. Hay sectores de la empresa privada incómodos con el gobierno del Ejecutivo, entre otras razones porque no tienen el disfrute pleno de la administración de la cosa pública. Basta con ver y leer los titulares de los medios de comunicación escrita y cadenas televisivas afines a la derecha del país, hay una constante en resaltar la violencia y falencias del Ejecutivo. Por otro lado, advertimos organizaciones afines a la derecha descalificando las políticas del gobierno. Por ultimo percibimos un partido político de derecha oponerse a la política del Ejecutivo y la resistencia de condicionar sus votos para proyectos sociales destinados a contrarrestar problemas graves del país. Respecto a la embajada de Estados Unidos, aparentemente no está interesada en apoyar un Golpe de Estado, es posible pensarlo de esta forma, porque el partido que Gobierna el Ejecutivo tiene una actitud de reverencia al imperio.
Pero ¿Existen condiciones para un golpe de estado tradicional? Ciertamente la situación es difícil para la mayoría de la población, hay una crisis de seguridad de carácter estructural, una crisis social producto de una economía sin ningún modelo teórico sustentable, con 66% de la Población en el sector informal y 44% en la pobreza, con una crisis fiscal galopante, un Estado débil e incapaz de recaudar lo que legítimamente le pertenece. Un sistema educativo en los niveles básicos y medio incapaz de retener a los jóvenes, con una deserción del 70%; solo el 15% de quienes ingresan al sistema educativo llegan a nivel superior (E&N 28-07-2015).
Por otra parte, tenemos un gobierno en el Ejecutivo con problema de ineficiencia, no saben como resolver los problemas, uno escucha al Director de la PNC o al Ministro de Seguridad y no indican nada claro en relación como combatir la delincuencia, No puede ser que un personaje, esté resolviendo todo: inseguridad, educación, economía, transporte, etc. Han colocado en los cargos a gente ineficiente, correligionarios, familiares, etc. no escuchan a nadie con sentido común, las voces críticas son etiquetadas de hacerle el juego a la derecha, argumento que lo único que deja en evidencia es la indolencia la "inteligencia docta" del gobierno. Mas allá de lo que haya detrás veo mucha ineficiencia en el gobierno. No es posible que el país esté dominado por un grupo de excéntricos encerrados en Zacatráz.
Lo cierto es que la población se sumerge cada día en una situación de pobreza y desesperanza, esta situación está siendo capitalizada por sectores interesados en crear inestabilidad, aprovechando las experiencias de otros países donde la presión del pueblo ha sido clave para apartar Gobiernos del Ejecutivo, ejemplo las “primaveras árabes”, y las recientes movilizaciones en Sur y Centro América en contra de la corrupción e incapacidad de los gobiernos.
Ciertamente, la crisis social que vivimos, como el paro de transporte experimentado es algo deliberado para presionar al gobierno a una posible negociación, porque las pandillas es un constructo de años que cada vez crece, se institucionaliza y ha llegado a ser una fuerza política, capaces de coerción y coacción para aplicar sanciones, por eso el paro de transporte se hace efectivo, y al gobierno se les sale de las manos. Es más, es un poder que pronto comenzaran a golpear otros sectores sociales, el explosivo en el hotel Sheraton puede ser un mensaje. También es lógico pensar que el paro es una táctica que obedece a una estrategia más compleja previamente diseñada, como la marcha de los soldados, el paro del ISSS, los veteranos de guerra, etc.
En fin, hay una tendencia bastante visible que revela un plan de desestabilizar al Gobierno, pero no se percibe con claridad que la acción sea un golpe de estado tradicional, se descubre con mayor albor la creación de acciones psicológicas, mediáticas, sociales, económicas, políticas etc., con la finalidad de crear un clima de desestabilización social, desgaste y presión al gobierno sin tener que recurrir a métodos tradicionales de Golpe de Estado.
*Investigador y catedrático de la Universidad Luterana Salvadoreña