Carlos Molina Medrano

Patas arribas, así se llama una célebre obra de uno de los maestros del sarcasmo que siempre cautiva y sigue cautivando: Eduardo Galeano. Como no recordar lo que decía: “La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo”.

Trump gana los delegados necesarios para la nominación republicana, Pollo Campero llama en Guatemala a hacer cambios en medio de una gran crisis social. A Digicel en su nueva campaña publicitaria le han censurado un spot, y no por mostrar mujeres desnudas o semidesnudas, sino por hablar mal de la “clase política”, por mostrar mujeres besándose. ¡El mundo está patas arriba!

Vamos por partes. Trump gana una campaña en el Partido Republicano en Estados Unidos que se antojaba cerrada siendo el centro de la polémica. Xenofobia, machismo, egocentrismo, y paremos de contar, una sarta de estímulos que terminaron por exacerbar los bajos instintos del conservadurismo estadounidense. Sacudió a los medios de comunicación y las redes sociales se electrizaron con sus “elaboradas” frases.

Pollo Campero se metió a hacer política en Guatemala en contra del gobierno de Otto Pérez Molina. Un gobierno de derechas, igual de corrupto que gobiernos pasados en ese país. En uno de sus spots televisivos mostraba gente en las calles protestando y culminaba con una frase sugestiva: “si cambiamos todos, cambia todo”. Nada más político que eso. En qué momento nos perdimos para ver ese cambio tan radical, las empresas las abanderados de los cambios sociales. ¿Dónde se había visto?

Pero faltaba Digicel. Con la habilidad de los creativos de las empresas de publicidad crearon un spot que dejó a los salvadoreños perplejos, a los más conservadores gruñendo y a los más liberales saltando de alegría. Es que ninguna de las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y las que trabajan por reducir el avasallante estigma hacia la población LGTBI, se pudo imaginar que de una empresa de telefonía vendría algo tan radical para esta sociedad tan conservadora.

Pero momento. Se trata de que hay ciertas empresas que han alcanzado cierto nivel de conciencia social y que son capaces de unir sus fuerzas para tratar de sacar de la anomia social al pueblo salvadoreño. O que ciertas empresas, en tiempo exprés han logrado una conciencia social tan radical que son capaces de unirse al activismo social en contra de la corrupción y la promoción de la población LGTBI.

Lamentamos decir que no es así. Comencemos por Trump. Ese personaje que ha optado por ponerse en el centro de la polémica no por gusto, sino para vencer a sus contendores.

Imagen 1. Según la herramienta Google Trends que analiza las búsquedas exitosas en la red de términos particulares, se puede ver con claridad el impacto de la campaña de Donald Trump respecto a sus contendientes.

Trump logró aplastar mediáticamente a Marco Rubio y Ted Cruz debido a una exposición descomunal en los medios digitales, los medios que ahora cuentan en estos menesteres del marketing. Tal como se puede ver en la Imagen 1, Trump llegó a su culmen cuando precisamente llegaba su nominación y desde ese momento comienza a descender. Seguramente, lo volveremos a ver en plena campaña por la presidencia.

Pollo Campero por su lado, también ha logrado capitalizar mediáticamente su participación en el movimiento que sacó del ejecutivo a Otto Pérez Molina. En pleno apogeo del movimiento, cuando el presidente fue llevado ante la justicia, logra la cúspide en su campaña, como se puede ver en la imagen 2.

Imagen 2. Según la herramienta Google Trends, Pollo Campero en Guatemala ha sido capaz de aprovechar mediáticamente su campaña en medio de la crisis institucional de ese país.

A Digicel no le va mal en su campaña. Cada vez que sacude a la conservadora sociedad salvadoreña, sus números crecen exponencialmente y parece que la campaña apenas es el inicio. Dos spot polémicos y se notan su presencia en la web, tal como se puede observar en la imagen 3.

Imagen 3. Según la herramienta Google Trends, los spots de Digicel en El Salvador que han causado polémica en los sectores más conservadores del país, han logrado el objetivo de garantizar presencia en los medios electrónicos.

Luego de ese breve recorrido es claro que asistimos a una disrupción en la forma de hacer marketing. Ese marketing no es tradicional, pasivo, desconectado de los problemas que agobian a la sociedad. Gracias al registro de nuestros intereses, emociones y hasta nuestra forma de pensar que empresas como Google, Facebook, Twitter y demás han logrado, es fácil saber las emociones a producir para que se active el chip comprador o el chip que vota en las campañas electorales.

Es cierto, el marketing está cambiando, pero fundamentalmente presenciamos una nueva etapa de apropiación de las empresas, especialmente de las transnacionales, que buscan capturar el vacío que ha dejado la sociedad civil en el reclamo y promoción de sus derechos, en la contraloría social, en señalar la corrupción. Hay que recordar la llamada Responsabilidad Social Empresarial que busca dar una cara amable a las empresas, con aparente compromiso en temas sensibles donde involucra a sus llamados “colaboradores”.

Se trata de una cara remozada, de aparente conciencia y de aparente interés por la gente. Poniendo ese vacío en la sociedad civil a su favor, fidelizando al cliente. ¿Habrá alguien que no esté contento con Digicel en este momento? Aparte de los diputados y del gobierno en general, la población los alaba.

Para los que todavía creen que Digicel es ahora mucho más consciente de la realidad social de El Salvador, es bueno decirles: bienvenida conveniencia. A los diputados de la Asamblea Legislativa que todavía están conmocionados por los dos spot de la campaña de dicha empresa, es bueno recordarles: esto no es Digicel, es el Futuro.

De último momento se sabe que Digicel ha lanzado la promoción: 300 asesores 300 MB gratis. Esto apenas comienza, nos adentramos al mundo donde la polémica barata se convierte en un bien de consumo (recordemos a Lady Melaza), mientras tanto, la parálisis de la sociedad sigue profundizándose.

*Coordinador de la carrera de Ciencias de la Computación. Universidad Luterana Salvadoreña